domingo, 25 de noviembre de 2007

Consumo

En mi barrio ya han encendido las luces de Navidad. Hará cosa de un mes que, ante mi asombro, empezaron a instalarlas. Faltaban casi dos meses para Navidad, pero es que ahora falta un mes y ya están invitando a que compremos de forma compulsiva. Porque resulta que hay un estudio –los hay para cualquier cosa– según el cual estas luces nos impulsan a comprar más. Y yo, la verdad, es que ya no sé qué comprar. Cada año tengo el mismo problema. Hoy en día, cuando alguien necesita algo, se lo compra, conque llegan estas fechas y lo único que puedo comprar son cosas que la gente no necesita. O eso o fungibles, que es lo que ando regalando últimamente, sobretodo a mis padres. Un año un jamón, al otro unos vinos, el anterior unas entradas para el teatro.

Otra cuestión es lo poco que duran hoy en día las cosas. Bien mirado, casi todo lo que se vende es fungible, pero por su mala calidad. Me explicaron que se imparten másters de calidad en los que a uno le enseñan cómo producir bienes de consumo que no duren más allá del periodo de garantía: obsolescencia programada le llaman. Bonito eufemismo. A ningún fabricante le interesa ya el “para toda la vida”. Antes sí, pero ahora es mucho más barato producir mala calidad, y si se rompe antes de tiempo, es decir, antes del periodo de garantía, te lo cambian por otro nuevo. Nada de arreglar, que eso es caro.

Mis padres tienen la misma batidora y el mismo exprimidor desde que se casaron, hace casi 40 años. Concretamente el exprimidor es un prodigio de más de dos kilos de peso que podría exprimir un coco con cáscara y todo. Se ha estropeado una vez, pero mi padre, que es un manitas, le cambió el motor. La primera tele les duró más de 15 años, y se cambió porque no tenía mando a distancia. La segunda apenas 6 ó 7 y esta última ya ha empezado a fallar con apenas 3 años. De acuerdo que ahora es todo mucho más barato y que por 15€ tienes una batidora, pero cabe preguntarse si realmente nos sale más barato porque ¿cuántas batidoras me compraré en 40 años? De momento llevo 3 en menos de diez.

En fin, que ya está aquí la Navidad. Y como cada año, acabaré comprando cosas seguramente innecesarias y gastando más dinero del razonable. Del comer más de lo necesario mejor ni hablar.

5 comentarios:

Petrusdom dijo...

El gozo de estrenar objetos es superior al de conservar, pero yo pienso que hay que compaginarlo con el gozo de crear antigüedades. ¿No crees?

arrebatos dijo...

No te digo que no Petrusdom, que eso de "como niño con zapatos nuevos" algo de razón habrá que darle. Pero estrenar una licuadora... no sé yo. En ese momento pienso "a ver cuánto me durará esta".

pitima dijo...

Para mí lo más preocupante es el aumento incesante de basura... Basura difícil de procesar. Cuánto más consumimos más basura generamos. Acabaremos sepultados en un montón de exprimidoras, aparatos de todo tipo, electrodomésticos pequeños y grandes... Y ninguno funcionará.
Da para mucho el tema este del consumismo.

arrebatos dijo...

El tema no es sencillo de resolver, porque quienes podrían hacer algo, son los gobiernos, que suelen estar maniatados por las grandes multinacionales. Pero, más que normativas para reciclaje i demás parches, quizás algo tan sencillo como legislar una garantía mínima de 10 años ayudaría mucho. Ya se tuvo que hacer para establecer un mínimo de 2, debido al abuso al que se estaba llegando. Pues hagámoslo más amplio. Démosles más años de vida a los electrodomésticos de todo tipo.

Abismo Ínfimo dijo...

Pues yo me he cogido unas vacaciones desde el 20 de diciembre hasta el 7 de enero con la única finalidad de huir de la Navidad. Parte de ese tiempo estaré en Marrakech, pero incluso a sabiendas que allí se celebra también el fin de año, intentaré dedicar todo mi esfuerzo económico únicamente al viaje (bien fungible pero de permanencia viva en el tiempo) y rehuiré de todo materalismo vacuo, a ver si este año respiro lo menos posible el lado oscuro de la Navidad, quedándome únicamente con la gratitud de sus vacaciones. Un placer pasear por tu blog. Con respecto a las milongas me uno a la crítica sobre el exceso de basuras, plásticos y demás guarrindonguinadas que aceleran el sufrimiento de nuestro planeta. Deberíamos apostar por unos electrodomésticos eficientes energéticamente, y por supuesto que duraran, porque eso de que haya placer en estrenar las cosas.. ejem, yo, no lo obtengo, al menos me parece innecesario. Un saludo.