martes, 29 de julio de 2008

En la terraza

Cada noche, poco después de la medianoche, mientras me regalo a modo de alivio del bochorno diurno unas páginas de lectura –estos días es “Habla, memoria” de Nabokov– y unas copas de vino en la terraza, asoma, por encima del ático en el edificio que tengo a mi derecha, con una puntualidad de la que jamás podré hacer alarde, el pequeño y luminoso punto que describe Venus en el cielo. Este y una difusa estrella frente a mí, al oeste, son los únicos astros que se dejan ver desde mi terraza en la turbia y grasienta papilla de alquitrán que es el cielo nocturno de Barcelona en verano.


(sugerencia de consumo)
y de fondo suena Ben Webster

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, conozco ese cielo. Lo soporté todas las noches durante 3 años. He recordado (y he buscado)lo que escribí entonces: "...veo a la luna desnudarse con torpeza tras los visillos [...] Tras las cortinas de basura, la luna no es más que una puta descuidada, maquillada de ictericia y suciedad, una masa informe como de mantequilla rancia. Y sus ojos son dos pozos de aguas estancadas, y en su superficie se entretienen las bacterias multiplicándose..."

En fin, la cosa sigue igual, por lo que veo. Por lo menos tienes vino.

Salud!

marta dijo...

En Madrid ni Venus puede con la contaminación lumínica...

Sebastián Puig dijo...

Ah, maestro absoluto, Webster.

A ver que te parece este recuerdo.

PD: Llego a ti desde el blog de Gregorio. El tuyo es un interesante lugar para quedarse a leer. Salutacions d´un paisà des de Madrid.

arrebatos dijo...

Vaya lujo Rythmduel ¡Un Vieta de válvulas!