miércoles, 1 de septiembre de 2010

La dama de Shanghai

Él sabía que había algo turbio y sucio en todo eso, por eso se resistía a aceptar la oferta de enrolarse en ese yate de recreo. Pero claro, con una "capitana" como la Hayworth, aunque seas el mismísimo Orson Welles es difícil rechazar la oferta.

La dama de Shanghai

La dama de Shanghai

La dama de Shanghai
"La dama de Shanghai" (1947) de Orson Welles

¿O no pensáis lo mismo?

2 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

Lo mismo mismísimo

arrebatos dijo...

Será que tenemos alma de marinero, don Gregorio.